Vivimos en una época de festivales pastel. Festivales con fines lucrativos dispuestos al servicio de ciudadano con carteles que dan pena. Festivales propuestos desde las esferas de los medios de comunicación donde el fin es subir a la palestra a tipos que ya no los desean escuchar ni en el bar de su barrio. Y así comienza la semana de discos en directo de Bonus Track.
En 1.971, los habitantes de Bangladesh recibieron el apoyo, en forma de concierto, de grandes artistas de reconocido prestigio. El concierto, celebrado en el Madison Square Garden de Nueva York, tuvo como motor principal a George Harrison y Ravi Shankar.
El único Beatle que acudió a la cita fue Ringo Starr. Contó también con la presencia de un Eric Clapton que firmó la peor actuación hasta entonces, encontrándose fuera de ritmo y presencia. También sirvió, el concierto, para que el mundo viera de nuevo a Bob Dylan. De manera fugaz pero estelar. Tan estelar como la presencia en el escenario de Billy Preston.
La mística quintaesencia en la que nos sumerge Harrison alcanza sus cotas más altas en temas como My Sweet Lord, Something o Bangladesh.
(Tenía que abrir la semana de conciertos con algo y ¡sí! soy muy de Harrison)