Into your Lungs (Hey Rosetta!)

Sin títuloVivo por etapas. Hay algunas en las que no me sacas de Abbey Road, los Stones, algunos discos de los Who, los primeros discos de los Creedence o Salitre 48 de Quique González. Si viene algún amigo a casa, de vez en cuando, suena la entrañable voz de Édit Piaf.

En otras etapas, aparco los clásicos y me pongo a investigar por mi cuenta en grupos de la nueva corriente ya sean rock, folk o indie. Los escucho hasta mutilarlos y termino sacando la esencia. Olvido aquellos que me gustaron en un primer momento y me quedo con los que, sin saber la razón, siguen sonando en casa. Y eso me ocurrió hace unos años, cuando mi amigo Mike me “presentó” a estos canadienses: Hey Rosetta!

Me enganchó su idea de un estilo sin medias tintas. Me encandiló su puesta en escena, tan sencilla como completa. Las letras cuidadas y su forma de darse a conocer al mundo: los videoclips. Es cierto que muchos grupos utilizan este medio como forma de publicidad (youtube, facebook, etc…) pero estos tipos saben hacerlo muy bien.

Into your lungs es su segundo álbum de estudio, publicado en 2.008. El tema Red Heart es los lanzó a la escucha de muchos avispados musicales. Canciones como New Goodbye o Tired eyes nos sitúa en un disco de fácil consumo, sin tener que prepararnos para la batalla.

Aquí os dejo el videoclip de There´s an Arc que, como dice la canción, nos hará desabrocharnos la corbata y jugar a ser niños. Otra vez.

Post dedicado al blog Indiecados. Mi gurú del indie.
Lo prometido es deuda, amigos.

Camino ácido (Ángel Stanich)

Sin títuloSe busca a Ángel Stanich. Es probable que algunos ya lo conozcáis y, si no es así, atentos.

En este mismo año sale a la luz Camino Ácido, su álbum debut, producido por Javier Vielba (voz y guitarra de Arizona Baby y Corizonas) y parece que no va a pasar sin llamar la atención.

Una puesta en escena llena de personalidad. Una voz particular que, quizá, pueda acercarnos al Albert Pla más extravagante o a un Quique González demasiado rockero. Lo cierto es que Stanich suena, precisamente, a Stanich.

En sus letras parece que el coyote (puesto de peyote) ya ha cogido al correcaminos. Mapas desdibujados de un rock sureño contando historias para no dormir. Personajes al borde de un camino de arena demasiado solitario. Personajes que, a base de vino y estructuras de blues, viajan, sin remedio, al último cumpleaños de Bukowski.

Acompañado en su banda por el propio Vielba y, también, por Alex Izquierdo (Arizona Baby) propone un directo rebosante de rock y la mejor de las malas maneras.

Se busca a Ángel Stanich. Si se cruza en vuestro camino: ¡atrapadlo! (si podéis)

Desde que no nos vemos (Enrique Urquijo y Los Problemas)

4Su interiorismo de sala de estar, su frenética destrucción de sí y el desafío de atacar los escondites musicales, nos traen en 1.998 el álbum “Desde que no nos vemos”.

Enrique Urquijo abandonaba apartaba la ola de éxito de Los Secretos para tocar entre la calma de la marea baja. Locales, bares y escenarios curtidos eran ahora sus salas para decir en voz alta lo que llevaba dentro.

Entre versiones, rancheras y mundos raros, Urquijo cuela en nuestros oídos temas como No digas que no o Desde que no nos vemos. Aparece en este disco, también,  “Aunque tú no lo sepas” compuesta por Quique González o la versión de “Desordenada habitación” de Nacha Pop, cantada a dúo con (el gran) Antonio Vega.

Un disco que nos acerca al artista más personal. Lo acompañamos en su vuelo perfecto hacia una preciosa caída libre.

Ironías de la vida o no, Enrique Urquijo continúa siendo mi pentotal particular.

Salitre 48 (Quique González)

qgCuando decidí escribir algo sobre Salitre 48, segundo disco de Quique González editado en 2.001 por Carlos Raya, no sabía cómo abordar el artículo. Personalmente, el mejor disco del rockero español. Entonces entré en la web del artista y decidí copiar lo que el propio Quique González había escrito sobre el álbum. Aficionados o no a la música del madrileño, merece la pena acercarse a su obra, a sus letras y sus palabras.

Cuando pienso en Salitre48 no pienso en una calle; pienso en una playa, en carreteras, en un hotel de Conil de la Frontera, en un par de botas sucias, en puentes que se cruzan en ambos sentidos, en un café del puerto de Mahón, en un ron con coca cola, en el «Wild Thing», en una bandada de gaviotas en la costa del norte, pienso en primavera, pienso en un otoño de párpados caídos, en un libro de poemas de Bukowski, en un atardecer en Porto Colom, en una colección de lunas llenas, en una verbena de barrio, pienso en mis amigos y en Violeta, en un verso de García Montero que dice, «vivir es ir doblando banderas». Pieno en bailrinas, en camareras, en peluqueras, en agentes de policía, en cantantes de orquesta, en Susan Sarandon en la última escena de Atlantic City, en Darío Grandineti en El lado oscuro del corazón, pienso en septiembre, pienso en hierba, en olivos, en lolitas de extrarradio, en pájaros mojados, en clubs destartalados, en una estación de tren. Pienso en sesión de madrugada, en viernes por la noche, en una montaña rusa, en ropa interior tendida al sol, en aviones que despegan, en Madrid amaneciendo tras una noche de copas, o caminando por una Barcelona solitaria el día de Navidad. Pienso en un billete de ida a la ciudad del viento, en el sol entrando por la ventana de una casa desvencijada por los ladrones, en un piano tocado con dedos de cemento mientras afuera pasa el carnaval. Cuando pienso en Salitre48 oigo tus pasos subiendo la escalera de madera, cruzar el pasillo, llamar a la puerta, entrar en casa…

El tema del link es el tema que da nombre al disco, «Salitre»